El fantasma estruendoso

El fantasma estruendoso,
de rayos luminosos
que iluminan la noche,
atormentaba en mi infancia.

Que curioso desenlace,
que preciso es el destino,
que me dejó justo aquí.

La magia que esconde lo vivo,
la encuentro en todos los cambios,
los fantasmas se vuelven melodías,
una noche muere y nace un día.

Que curioso aquel cambio,
que precioso regalo,
que viva melodía.

Una noche de lluvia,
el fantasma rondaba.
Un cielo profundo,
una nube negra sin manchas.

Bajaban gotas del cielo,
volaban sin alas.
Una luz cálida iluminaba
una vereda, y la calle embarrada.

Un curioso efecto,
sobre aquel muro gigante
de piedras como esmeraldas,
que brillaban coloreadas.

Tres corazones y el mío,
apenas un poco de frío,
vi como se fue el fantasma,
y aquella nueva melodía sonaba…